No, sigue jugando mi niño, tu vida es eterna.
De noche, cuando todo esté en silencio y el sueño abandone mis ojos, escucharé sus pasitos viniendo a mi lado, sus manitas acariciándome, tan tierna y dulcemente, suspiraré una plegaria, cerraré los ojos y le abrazaré en mis sueños(...)
-Doris Stockes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario