BLOG.


17 de febrero de 2018

Valencia, enero 2018

Empezando el año con un viaje exprés a otra ciudad, y en tren.

Hace un tiempo que publiqué el vídeo de este viaje a mi canal de Youtube:


 Ahora publico todas las fotografías que hice en nuestra pequeña aventura.

Con los billetes en mano, subimos al vagón con destino Valencia a las 11:08 para llegar a las 12:53.

La Estación Norte nos esperaba, con sus 100 años en la espalda y como puerta a una ciudad por medio descubrir.


















Todo parecía sacado de un cuento, de Polar Exprés, Harry Potter en la Estación 9 3/4, o en Cuento de Navidad de Dickens.



Junto con los pequeños y relucientes mosaicos, las lámparas colgantes y doradas, los pasajeros yendo y viniendo, y el ambiente navideño, creías estar en otro ambiente.

Nos enamoramos al poco tiempo después, de una tienda de dulces que había justo al entrar a mano derecha, una fantasía de chocolate y azúcar.



Una vez fuera de la estación, con nuestras mochilas empezaba nuestra pequeña aventura.

Lo primero que hicimos fue entrar a un pequeño mercadillo navideño y de puestos artesanos, que estaba justo enfrente de la estación.



 Seguido de esto, llegamos a la Plaza del Ayuntamiento, junto con la pista de hielo y puestos de pequeñas floristerías.







Y más tarde, conocimos el Mercado Central y otros puestos de Navidad.











Una vez pasado esto, se acercaba la hora de comer, teníamos la idea de visitar Saona, pero como nos esperábamos, no había mesa libre y encontramos a pocos metros y con una pinta estupenda, una pequeña hamburguesería de estilo vintage cerca de una de las plazas. (No consigo acordarme de todas las plazas y calles en las que estuvimos...)

Las hamburguesas, deliciosas. M pidió una Campera y yo de pollo marinado. Mmmm



Al acabar, seguimos con nuestra ruta de la Ciudad Vieja. Esta vez pasamos por la Calle Caballeros, por más plazas, calles escondidas, y llegamos al Jardín Botánico en el que sólo estuvimos a la entrada.






Queríamos conocer el Parque de Gulliver y más allá, así que estuvimos un buen rato (¡porque es tremendo!) paseando y tirados por la hierba del gran parque.







Muchísimas bicis, fuentes, paseos, avenidas con grandes distancias y espectaculares calles.

Para acabar el día, hicimos una parada para tomar un café calentito y recorrernos Ruzafa.











¡Volveremos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario