El día de reyes

¡Hola, hoola!
Antes de ayer empecé las clases y con la rutina de vuelta, he llevado mucho lío, por eso no podía publicar antes...
Pero ya estoy aquí, y os voy a contar todo, todito lo que pasó el día de reyes.
El 5 de enero, la víspeda, los más mágicos, venían a la ciudad y como todos los años, hacían una visita en la plaza de toros para ver a toodos los nenes, los papás y ¡los vecinos!
Sisi, estuvimos allí, ¡por supuesto que sí!
¿Cómo iba a perderme tal ocasión tan dulce?
Pues cogí mi mochilita con la cámara y algunas otras cositas, me llené de ropa y allá que iba.
Reconozco que estaba algo nerviosilla, cosas que pasan...pero me lo pasé en grande, hice la ola, grité, reí, dí saltitos y no dejaba de fijarme en las caritas de ilusión de los pequeños.

Llegaron en unos coches chulíisimos y animaron a gran parte de la ciudad con música e ilusión.
Por la noche tuve una cenita con la familia, carne calentita, variedades de queso fundido, ensaladas ligeras, roscón y chocolate calentito....mmmm
Y por la noche tendría regalitos, ¡¡bieeen!!
Y así fue. A la mañana siguiente, después de dormir tanto y convertirme en una marmota, decidí salir de la cama y corriendo fui hasta el árbol en busca de las sorpresas. ¡Y qué sorpresas!
Mi querido y esperado librito ''Las recetas de la felicidad'' de Sandra Mangas estaba allí y acompañado de un kit preciooso de productos para disfrutar de un buen bañito, relajante, dulce y encantador.
¿Suena genial, verdad? ¡Gracias reyes!

 ¿Se han portado tan bien con vosotros? ¡Seguro que sí! ¡Hasta el próximo post!